Magdalena G?mez
Periodico La Jornada
11 Febrero 2025
El 11 de febrero de 1922 naci? don Pablo y tras una muy larga y fruct?fera vida, falleci? a los 101a?os, el 18 de abril de 2023. Hoy que ser?a su cumplea?os, compartir? algunas reflexiones sobre su destacada trayectoria intelectual y pol?tica, siempre de la mano de la ?tica que le dio congruencia y reconocimiento en especial, en Latinoam?rica. Para mi generaci?n su libro La democracia en M?xico (1965) nos acerc? a la mirada cr?tica sobre el tel?n de fondo del r?gimen autoritario que prevalec?a en el pa?s. Cuesti?n que de ninguna manera fue bienvenida desde el poder. Por cierto, hoy d?a contin?a abierta la necesidad de pensar y repensar que tan lejos o tan cerca estamos de eso que se llama democracia.
Los muy amplios aportes de Pablo Gonz?lez Casanova continuaron con ejes centrales como las relaciones sociales de explotaci?n, las estructuras del colonialismo interno, la lucha por la democracia, la soberan?a de Am?rica Latina, entre muchos campos que le llevaron a centrarse en el an?lisis detallado del capitalismo sin dejar de lado una visi?n cr?tica a los determinismos que han estado presentes en ciertas corrientes tanto hist?ricas como pol?ticas. A lo largo de su vida abord? tanto la formaci?n del Estado en Am?rica Latina, la conquista, las intervenciones extranjeras, la lucha por la tierra, por el territorio y por el planeta tierra, el pensamiento latinoamericano, la formaci?n del pensamiento progresista en M?xico, la universidad, el Sur como lugar de lucha pol?tica, la guerra, la paz y el futuro de la humanidad que se constituy? en una preocupaci?n central. Sus aportes no se pueden centrar en una sola disciplina, pese a que el defendi? la de sociolog?a, fue historiador, polit?logo; sin duda, tambi?n abri? la tem?tica de las ciencias de la complejidad y lo que hoy se denomina cambio clim?tico.
Aqu? es importante destacar un rasgo central de su filosof?a y pr?ctica de vida. Lejos de ser un intelectual encerrado en los espacios acad?micos, mantuvo la mirada y pr?ctica de estar de lado de los movimientos sociales y pol?ticos. Su cercan?a con Cuba y en especial con Fidel Castro fue una constante. Alguna vez me dijo con mucho orgullo: Soy el ?nico mexicano que ha hablado en la Plaza de la Revoluci?n en La Habana.
Tambi?n, como sabemos, el Ej?rcito Zapatista de Liberaci?n Nacional le otorg? el grado de comandante en justo reconocimiento a su cercan?a permanente y acompa?amiento incondicional, que p?blicamente se inici? cuando form? parte de la Comisi?n Nacional de Intermediaci?n junto con otros destacados integrantes, como parte fundamental en el proceso de di?logo entre el EZLN y el gobierno federal, la cual presidi? su muy cercano amigo, el obispo Samuel Ruiz (?).
Como parte de su opci?n vital por la justicia, uno de los ejes fuerza de su pensamiento y acci?n fue la convicci?n de que la educaci?n p?blica y gratuita a todos los niveles deber?a ser una prioridad, y lo fue para ?l en el ?mbito de la educaci?n superior y en su alma mater, nunca mejor dicho. La Universidad Nacional Aut?noma de M?xico (UNAM), que fue el asiento de diversas tareas institucionales de creaci?n y direcci?n, as? como desarrollo de proyectos de investigaci?n que coordin? con rigor, como lo hizo en su lamentablemente breve rectorado, de 1970 a 1972, donde impuls? la Creaci?n del sistema de Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH) y la Universidad Abierta.
Con gran convicci?n se?alaba: ?El futuro de la humanidad, si la humanidad tiene futuro, est? en nuestra Am?rica y en nuestra Am?rica la UNAM representa una de las principales universidades del mundo y la principal de Am?rica Latina.
Tuve la fortuna de tratarlo de manera personal desde 1996, a ra?z de mi participaci?n en el Grupo Paz con Democracia promovido por ?l y por Luis Villoro (?). Derivado de la cercan?a de quienes lo integramos, a distintos niveles, con el movimiento zapatista. En el grupo fue un activo promotor de an?lisis y debates que culminaron con un Llamamiento a la naci?n mexicana, difundido hace ya 16 a?os. En esa experiencia valor? su inquebrantable compromiso pol?tico, la paciencia e insistencia para lograr que coloc?ramos la mirada en un horizonte m?s trascendente que el relato de la coyuntura, con energ?a para sostener sus puntos de vista y a la vez escuchar los nuestros. Todo ello gener? lazos s?lidos de afecto que para m? fueron un aut?ntico privilegio.
No tengo la capacidad para elaborar duelos y sin embargo me atrevo a anotar que don Pablo asumi? su partida. En su ?ltima etapa yo le hablaba por tel?fono y al preguntarle c?mo estaba, invariablemente me respond?a: Son muchos a?os. En efecto lo fueron y nos dej? un legado que es necesario difundir sin encerrar, s?lo en las paredes acad?micas, las reflexiones que ?l consideraba necesarias para superar la mera reproducci?n mec?nica de la cr?tica al capitalismo, pues ?l insisti? en que ello no es suficiente para sustentar que otro mundo es posible.