Fue una de las urbes más icónicas de la península de Yucatán; entre los siglos I y V dC destacó por su vocación portuaria, informó Diego Prieto
Foto▲ Pectoral de gobernante de Oxtankah, compuesto por cientos de escamas de concha nácar tejidas entre sí que simulan el movimiento de un pez. Se trata de un hallazgo arqueológico realizado por la arqueóloga Hortensia de Vega.Foto cortesía INAH
De La Redacción
Periódico La Jornada
Martes 26 de noviembre de 2024, p. 3
La zona arqueológica de Oxtankah, testigo de una urbe que en la época prehispánica controló el territorio de la actual bahía de Chetumal, en Quintana Roo, reabrió ayer al público tras la conclusión de las obras de infraestructura que se realizaron en el contexto del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza).
Esta iniciativa es aplicada por la Secretaría de Cultura del gobierno de México, por conducto del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en sitios patrimoniales cercanos a la ruta del Tren Maya, con el fin de optimizar las áreas de servicio destinadas a visitantes y de promover la investigación y conservación de los monumentos arqueológicos.
El director general del INAH, Diego Prieto Hernández, explicó que Oxtankah fue una de las urbes más icónicas de la península de Yucatán, la cual, entre los siglos I y V de nuestra era, destacó por su vocación portuaria; además, según la tradición oral, habría sido el hogar, a inicios del siglo XVI, del náufrago español Gonzalo Guerrero, quien se integró a la cultura maya y murió defendiendo a su pueblo adoptivo.
De acuerdo con el antropólogo, esta zona arqueológica será la primera de Quintana Roo en reabrir al público tras su atención integral mediante el Promeza, importante programa del gobierno de México que nos ha permitido investigar, estudiar y mejorar el estado de conservación de nuestros espacios patrimoniales, con el fin de ampliar el conocimiento que tenemos sobre los sitios y la cultura maya ancestral, así como de enriquecer la experiencia de visita del turismo nacional y extranjero.
En Quintana Roo, el Promeza también beneficia a las zonas de El Meco, Chacchoben, Ichkabal, Kohunlich, Dzibanché-Kinichná, Xel-Há, Muyil, Chakanbakán y Cobá, así como el corredor ecoarqueológico Paamul II.
Red de senderos actualizada
Por su parte, el director del Centro INAH Quintana Roo, Margarito Molina Rendón, detalló que en Oxtankah se instaló un nuevo paradero y se renovaron las instalaciones de atención al visitante; asimismo, se actualizó la red de senderos del sitio, a partir de la nueva información que el Promeza permitió reunir durante la consolidación de los monumentos y la reintegración arquitectónica del conjunto de plazas que conforma la ciudad antigua.
Uno de estos grupos arquitectónicos, denominado Plaza Abejas, reveló la presencia de unidades habitacionales que, a futuro, permitirán contar con nuevos datos sobre las formas de vida de los pobladores del lugar.
En Plaza Abejas se localiza el único mascarón de estuco modelado que se preserva in situ en la antigua ciudad, imagen datada hacia el periodo Clásico Temprano (200-600 dC) que muestra a un jaguar estilizado, posible representación del Witz (el cerro de los mantenimientos, en la concepción maya).
Destacó la atención que se dio a la capilla colonial del siglo XVI, edificada por los conquistadores españoles dentro del asentamiento maya, que, al igual que el citado mascarón, recibió trabajos de restauración y mantenimiento mayor.
A raíz de lo anterior, los especialistas del Promeza, liderado en Oxtankah por el arqueólogo Luis Pantoja Díaz, recuperaron valiosos materiales cerámicos, líticos, malacológicos y óseos, cuyo estudio aportará datos para una mejor comprensión del sitio y de su región circundante.