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La inseguridad y la continuidad en la agenda de los pueblos indgenas y la poblacin joven Magdalena Gmez

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La inseguridad y la continuidad en la agenda de los pueblos indgenas y la poblacin joven
<br>Magdalena Gmez
Magdalena Gmez
Peridico La Jornada
4 junio 2024
Ya est perfilado el triunfo electoral irreversible del partido Morena a todos los niveles. Con ello se abre la disputa por los cambios indispensables a la lnea de continuidad que se perfil desde la campaa del partido que mantendr el poder los prximos seis aos. Antes de la toma de posesin seguramente estar en la agenda pblica la composicin del gabinete de Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa , cuestin de obvia prioridad, pero que no se vincula a las preguntas que desde fuera de dicha agenda quiero plantear y sobre todo plantearnos quienes nos colocamos en la trinchera crtica respecto de la llamada continuidad. Sin nimo de colocar los prietitos en el arroz ya cocido, considero que en primer lugar necesitamos dar seguimiento a la composicin y ubicacin del electorado que acudi a las urnas el 2 de junio y dar lectura a las cifras de abstencionismo que en lo general se mantienen desde varias dcadas con casi 40 por ciento del total del padrn electoral, en este caso cercano a 100 millones. Ms all de la descalificacin generalizada de bloque aptico o desinteresado respecto del destino de la nacin, sugiero colocar la lectura de que ah se encuentran los sectores que no se han visto histricamente reflejados en las agendas oficiales de poder. Me refiero a los pueblos indgenas y a los jvenes. En el primer caso es evidente que estn ubicados en el mbito rural en lo que queda de sus territorios. Sus integrantes no necesariamente depositaron su voto desde ah como una suerte de contraprestacin por los apoyos o becas de bienestar.

La inseguridad y la continuidad en la agenda de los pueblos indgenas y la poblacin joven
<br>Magdalena Gmez

O quienes han migrado a las ciudades que junto al resto de excluidos y marginados no indgenas no encuentran razones para sustentar que su nueva ubicacin les ofrece oportunidades de igualdad con la que llamaremos genricamente ciudadana urbana, cuyos integrantes se reflejan en el plano individual a nivel del ejercicio de sus derechos.

No es nueva la crtica al nfasis de la llamada 4T en el tratamiento a los pueblos indgenas excluyente de su carcter de sujetos con derechos colectivos y predominantemente incluidos sus integrantes como destinatarios de apoyos o becas individuales. Si acaso en especial el Plan de Justicia yaqui se perfil en la atencin a demandas histricas en tanto pueblos. Pues bien ah en ese perfil de poltica se encapsula la lnea de continuidad referida para el llamado segundo piso de la 4T. No se ha expresado un replanteamiento fuera de expresiones genricas. En los pueblos encontramos a una parte del abstencionismo histrico. Como respuesta para la nueva etapa buena parte del movimiento indgena est sealando que no importa si votaron o no como personas, el llamado es a la organizacin como pueblos. Es decir, es una manera de reiterar que la lucha sigue y sigue.

El otro sector sealado y cuestionado de abstencionista es el de los jvenes, cuya dimensin de potenciales electores representa casi 26.6 millones. En 2018 vot 17 por ciento.

Slo recordemos que los das previos se increment el llamado al voto dirigido a ellos. No contamos con las cifras precisas de su participacin en esta contienda, pero podemos sealar que no se trata de sectores apticos y desinteresados en el destino dela nacin, que la poblacin joven tiene su agenda propia que no se refleja en la de lo partidos polticos, salvo uno, cuyo candidato minoritario, Movimiento Ciudadano, le dio prioridad al dilogo con ellos.

As tenemos dos ejemplos que requieren ruptura de la lnea de continuidad. Pero no slo ellos, la gran mayora de votantes de los partidos demandan y esperan una ruptura de fondo sobre seguridad. La estrategia de abrazos, no balazos requiere su abandono y el diseo de una nueva poltica, pues el llamado crimen organizado es un flagelo en todo el pas, las formas de violencia estn asentadas en especial sobre el terreno de las localidades indgenas o no. Las vctimas en el plano de las candidaturas y la necesidad de acompaamiento de fuerzas de seguridad no admite negacionismos ni miradas reduccionistas. En Chiapas, en Chicomuselo y Pantelh quedaron sin elecciones por violencia y requerirn de extraordinarias. En Guerrero, el crimen cobr vidas y la amenaza invadi el clima poltico necesario para votar en paz. Estos son ejemplos destacados.

El zapatismo y el Congreso Nacional Indgena han reiterado nuestros sueos no caben en sus urnas, la poblacin joven lo asume. No es desconfianza irracional. As que se reitera la continuidad como poltica, no es cheque en blanco de todo el electorado, requiere ciruga mayor.

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