D. Enrique Dussel
Palabras preliminares
Se trata de ir hacia el origen del "Mito de la Modernidad". La Modernidad tiene un "concepto" emancipador racional que afirmare- mos, que subsumiremos. Pero, al mismo tiempo, desarrolla un "mito" irracional, de justificación de la violencia, que deberemos negar, su- perar. Los postmodernos critican la razón moderna como razón, noso- tros criticaremos a la razón moderna por encubrir un mito irracional. La necesidad de la "superación" de la Modernidad es lo que intenta- mos mostrar en estas conferencias. "La Trans-Modernidad: un proyec- to futuro" podría titularse este ciclo de conferencias. Como se trata sólo de una introducción, un prolegómeno, hemos pensado darle más bien un carácter histórico. 1492, según nuestra tesis central, es la fecha del "nacimiento" de la Modernidad1; aunque su gestación -como el feto- lleve un tiempo
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1 Sobre este tema hemos publicado en estos años algunos trabajos: "La cris- tiandad moderna ante el otro. Del indio rudo al bon sauvage" en Concilium 150 (1979), pp. 498-506; "Expansión de la cristiandad, su crisis y el mo- mento presente", en Concilium 164 (1981), pp.80-89; "Del descubrimiento aldesencubrimiento. El camino hacia un desagravio histórico", en Concordia 10 (Frankfurt) ( 1986), pp. 109- 1 16, y en "Otra visión del descubrimiento. Elcamino hacia un desagravio histórico", en Cuadernos americanos. Nueva época (UNAM, México), vol. 3,9 (1988), pp. 34-41; "1492: Diversas posi- ciones ideológicas", en 1492-1992: La interminable conquista. Emancipa- ción e identidad de América Latina, México, 1990, pp. 77-97; "Las motivaciones reales de la conquista", en Concilium 232 (1990), pp. 403-415.
de crecimiento intrauterino. La Modernidad se originó en las ciudades europeas medievales, libres, centros de enorme creatividad. Pero "nació" cuando Europa pudo confrontarse con "el Otro" y controlarlo, vencerlo, violentarlo; cuando pudo definirse como un "ego" des- cubridor, conquistador, colonizador de la Alteridad constitutiva de la misma Modernidad. De todas maneras, ese Otro no fue "des-cubierto" como Otro, sino que fue "en-cubierto" como "lo Mismo" que Europa ya era desde siempre. De manera que 1492 será el momento del "naci- miento" de la Modernidad como concepto, el momento concreto del "origen" de un "mito" de violencia sacrificial muy particular y, al mis- mo tiempo, un proceso de "en-cubrimiento" de lo no-europeo. Por dictar estas conferencias en Frankfurt, queremos referirnos a al- gunos de los grandes pensadores de esta ciudad; desde Hegel -que tiene su juvenil etapa de Frankfurt-, hasta la así llamada "Escuela de Frankfurt" que lleva su nombre 2. En estas conferencias se tratará de introducir desde una reflexión sobre un hecho histórico, un discurso que deberá desarrollarse en el futuro en un sentido más crítico aún. Se trata de clarificar la posibilidad de un diálogo intercultural, interfi- losófico, que hemos ya iniciado con Karl-Otto Apel. Para muchos, como para Montaigne o Richard Rorty, la existencia empírica de di- versas culturas, "mundos de la vida (Lebenswelten)" son incomunica- bles, inconmensurables. La tarea, repito, deberá consistir en desa- rrollar una "teoría" o "filosofía del diálogo" -como parte de una "Fi- losofía de la Liberación" del oprimido, del incomunicado, del excluido,
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2 Dicho sea de paso, fue un judío argentino -de mi país de origen- el que dio el fondo inicial con el que pudo sufragarse los gastos económicos del institu- to que fundó Horkheimer, entre otros. Es decir, el valor objetivado del gau- cho y peón del campo argentino en las carnes de vacuno y en el trigo de las pampas, se transfirió a Alemania y dio origen a tan prestigiosa Escuela. Es en nombre de esos semi-indios, esos pobres, esos vaqueros de mi tierra, que dieron sus vidas, que se objetivó en las mercancías de los hacendados y te- rratenientes (como la familia fundadora del Instituto, que comerciaba con el imperio inglés), es en nombre de ellos y como pidiendo cuenta de cuál fue eluso que se dio al fruto de sus vidas, que me atrevo a dar estas conferencias ahora y aquí. Además, también a aquellas tierras, a Buenos Aires en 1870, un pobre carpintero (Tischler) socialista y luterano de Schweinfurt an Main (a pocos kilómetros de aquí), 1legaba pidiendo trabajo, seguridad y paz: se lla- maba Johannes Kaspar Dussel. Fue recibido sin trabas, se le dieron todas las oportunidades, e hizo familia y murió en aquellas tierras; era mi bisabuelo. Mientras que cuando llegan a estas tierras alemanas, hoy, tantos extranje- ros... se los repudia, expulsa y se los trata... ¡como turcos¡ ¡Se ha olvidado este país de 1a hospitalidad que se brindó a sus pobres en el siglo XIX en otras tierras!
del Otro-, sobre las condiciones de posibilidad histórica herme- néutica de la "comunicación" intercultural. La filosofía trascendental apeliana tiene dificultad en este nivel, ya que se encuentra en el ámbito del discutido problema de la "aplicación (Anwen-dung)" de los principios éticos. En cambio, para la "Filosofía de la Liberación", que parte desde la Alteridad, desde el "compelido"3 o el "excluído" (la cultura dominada y explotada), de lo concreto-histórico, se trata de mostrar esas condiciones de posibilidad del dialogar, desde la afirma- ción de la Alteridad, y, al mismo tiempo, desde la negatividad, desde su imposibilidad empírica concreta, al menos como punto de partida, de que "el-Otro-excluído" y "dominado" pueda efectivamente inter- venir, no digo en una "argumentación", ni siquiera en una "conversa- ción" -como propone Rorty, porque él mismo, que niega la posibili- dad de un diálogo propiamente racional (que es lo que intentamos), tampoco toma en serio la situación asimétrica del excluído, del Otro4.
Quiero dejar constancia que escribo estas Palabras Preliminares aquí en Sevilla, al comenzar la redacción de estas conferencias. Esta, que fue tierra de moros, de musulmanes hasta aquel trágico 6 de enero de l492 en que los Reyes Católicos ocuparon la refinada Granada, en- tregada por Boabdil, el último sultán que pisó tierra europea, como término final de la Edad Media. En el campamento de los bárbaros cristianos (si se los compara con la sutileza, educación, modales de la sociedad del antiguo kalifato de Córdoba), caminaba apresurado "ven- diendo" su idea a los Reyes (¿qué otra cosa son las Capitulaciones de Santa Fe?), un atrevido navegante del Mediterráneo -habría de ser el último navegante de un Mediterráneo occidental y periférico del mun- do musulmán- que intentaba lanzarse hacia la India por el Mar Océa- no, sólo un mar secundario hasta ese momento, llamado Atlántico.
Así como los cristianos ocuparon Málaga (ayer dí una conferencia en este puerto y pensaba en todo esto), cortando a cuchillo las cabezas de los andaluces musulmanes en l487, así también les acontecerá a los "indios", habitantes y víctimas del nuevo continente "descubierto"5. Alianzas y tratos nunca cumplidos, eliminación de las élites de los
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3 Véase el sentido de "compellere" en la disputa del 1550 en Valladolid, Con- ferencia 5, 1. 4 Su punto de partida es el "we liberal americans", pero no un "nosotros los al- tecas ante Cortés", o "nosotros los latinoamericanos ante un norteamericano en 1992". En ese caso ni la conversación es posible. 5 Pedro de Alvarado usará el mismo modo de violencia sacrificial en la matan- za del 23 de mayo de 1520 en México- Tenochtitlán.
pueblos ocupados, torturas sin fin, exigencias para que traicionen a su religión y cultura bajo pena de muerte o expulsión, ocupación de tie- rras, repartimiento de los habitantes en manos de los capitanes cristia- nos de la "Reconquista". El "método" violento se experimentó durante siglos aquí, en Andalucía. La violencia victimaria y sacrificial preten- didamente inocente inició su largo camino destructivo.
Junto al Guadalquivir, en Sevilla, a la sombra de la Torre del Oro -que nos recuerda el Siglo de "Oro", la Costa "de las Perlas", la Costa del "Oro" (Panamá), la Costa "Rica", el Puerto "Rico", la "Argentina" (de argentum, plata) 6-, torre por la que "mucha de la plata que acá se saca y va a esos Reynos (Europa), se beneficia con la sangre de los indios y va envuelta en sus -cueros"7; torre por la que la riqueza indiana pasó hacia Flandes y después a Inglaterra; del Africa a la India y a la China; torre... donde un nuevo "dios" comenzó a ser idolátri- camente adorado,... exigiendo víctimas a su violencia, y las sigue exi- giendo en 1992.
Qué habremos de recordar el 12 de octubre de 1992, y en lo sucesi- vo, es el tema de estas conferencias. ¿Cuál debería ser nuestra opción racional o ética, ante un hecho que ciertamente marca un hito en la historia mundial, pero banalizado por la propaganda, por las disputas superficiales o los intereses políticos, eclesiales o financieros?
Desearía por último agradecer a la Johann Wolfgang Goethe-Uni- versität de Frankfurt (Alemania), por haberme invitado a dictar estas ocho conferencias de octubre a diciembre de 1992 8, también a la Universidad de Vanderbilt (Mashville, USA), donde enseñé en el se- mestre de otoño de 1991, y de manera muy especial al Departamento de Filosofía de la UAM/Iztapalapa y al Sistema Nacional de Investiga- ciones (México) que me han permitido poder ocuparme del tema.
Enrique Dussel México, 1992
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6 Los europeos españoles veían riquezas donde no las había: el "espejismo" in- finito del oro como dinero en aquel mercantilismo mundial naciente, 7 Carta del obispo Juan de Medina y Rincón, Michoacán, del 13 de octubre de 1583 (Archivo general de Indias, Sevilla, México 374), 8 He dictado conferencias sobre el sentido de 1492 en Sevilla y Pontevedra en España en octubre de 1991, en Maryknoll (New York, USA), en las "Cole Lectures" de la Vanderbilt University (Ten., USA), en la Universidad de Freiburg (Suiza), y en otras universidades de Alemania, Austria, México, Bolivia, Colombia, etcétera.
Primera parte
Desde el "ego" europeo: el "en-cubrimiento"
En esta primera parte nos situaremos intencionalmente desde la perspectiva europea. Metódicamente, para nosotros, es una de las pers- pectivas y la desarrollaremos lo más completamente posible. Por tra- tarse de unas cortas conferencias, sólo podrán ser esquemáticas; sugieren temas pero no pueden de ninguna manera agotarlos. Son por ello "figuras (Gestalten)" abstractas del proceso de constitución de la "subjetividad" moderna, del "ego" que, de 1492 a 1636 (momento en el que Descartes expresa definitivamente el ego cogito en el Discurso del Método)1, recorre el primer momento de la "constitución histórica" de la Modernidad. La España, y el Portugal (a este último no podremos dedicarle nuestras reflexiones para no extendernos exce- sivamente) de finales del siglo XV ya no son más un momento del mundo propiamente feudal. Son más bien naciones renacentistas: son el primer paso hacia la Modernidad propiamente dicha. Fue la primera región de Europa que tiene la originaria "experiencia" de constituir al Otro como dominado bajo el control del conquistador, del dominio del centro sobre una periferia. Europa se constituye como el "Centro" del mundo (en su sentido planetario). ¡Es el nacimiento de la Modernidad y el origen de su "Mito"!
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1 Germán Marquinez Argote defendió una tesis sobre Interpretación del "Cógito" cartesiano como modelo de hermenéutica, Universidad S. Tomás de Aquino: Bogotá, 1980, donde estudia comparativamente mi pensamiento sobre el ego conquiro con respecto al ego cogito, con excelentes textos pro- batorios de Descartes, en cuanto a la conciencia que tenía de situarse ante el "descubrimiento de un Nuevo Mundo",
Nos importa incluir a España en el proceso originario de la Moder- nidad, ya que al final del siglo XV era la única potencia europea con capacidad de "conquista" territorial externa (y lo había probado en la "reconquista " de Granada), porque de esa manera América Latina re- descubre también su "lugar" en la historia de la Modernidad. Fuimos la primer "periferia" de la Europa moderna; es decir, sufrimos global- mente desde nuestro origen un proceso constitutivo de "moderniza- ción" (aunque no se usaba en aquel tiempo esta palabra) que después se aplicará a Africa y Asia. Aunque nuestro continente era ya conoci- do -como lo prueba el mapamundi de Henricus Martellus en Roma en 1489-, sólo España, gracias a la habilidad política del Rey Fernando de Aragón ya la osadía de Colón, intentó formal y públicamente, con los derechos otorgados correspondientes (y en franca competencia con Portugal), lanzarse hacia el Atlántico para llegar a la India. Este proce- so no es anecdótico o simplemente histórico; es, además, el proceso originario de la constitución de la subjetividad moderna.
Conferencia 1
El eurocentrismo
"La historia universal va del Oriente hacia el Occidente. Europa es ab- solutamente el fin de la historia universal [...] La historia universal es la disciplina de la indómita voluntad natural dirigida hacia la univer- salidad y la libertad subjetiva" (Hegel, Filosofía de la historia univer- sal).
En el "concepto" emancipador de Modernidad se encubre un "mito" que iremos desarrollando en el curso de estas conferencias. Por ahora deseamos, en primer lugar, tratar un componente enmascarado, sutil, que subyace en general debajo de la reflexión filosófica y de muchas otras posiciones teóricas del pensamiento europeo y norteamericano. Se trata del "eurocentrismo" -y su componente concomitante: la "fala- cia desarrollista"-1. Consideremos lo que nos dice Kant en su obra Beántwortung der Frage: Was ist Aujklärung? , en aquel lejano 1784:
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1 La palabra española "desarrollismo" es intraducible al alemán o inglés. Suraíz (desarrollo: Entwicklung, development) no permite la construcción de derivado despectivo, negativo, excesivo; como por ejemplo para "ciencia": el "cientificismo (Scientifizismus)" o el "cientificista (scientifizist)". Debería ser algo así como "developmentism" (o "developmentalism"). Se trata de una posición ontológica por la que se piensa que el "desarrollo" (=desarrollismo) que siguió Europa deberá ser seguido unilinealmente por toda otra cultura. Por ello, la "falacia del desarrollo" (=falacia desarrollista) no es ya una cate- goría sociológica o económica, sino una categoría filosófica fundamental. Es el "movimiento necesario" del Ser, para Hegel; su "desarrollo" inevitable. El ?eurocentrismo? cae en la "falacia desarrollista" -son dos aspectos de "lo Mismo". "Ilustración (Aujklärung) es la salida 2 por sí misma de la humani- dad de un estado de inmadurez culpable (verschuldeten Unmün- digkeit) [...] La pereza y la cobardía son las causas por las que gran parte de la humanidad permanece gustosamente en ese estado de in- madurez" 3.
Para Kant la ?inmadurez? o ?minoría de edad? es culpable (vers- chuldeten...). La ?pereza (Faulheit)? y la ?cobardía (Feigheit)? consti- tuyen el ethos de esta posición existencial. Hoy debemos hacerle a Kant esta pregunta: ¿un africano en Africa o como esclavo en Estados Unidos en el siglo XVIII, un indígena en México o un mestizo latino- americano posteriormente, deben ser considerados en ese estado de culpable inmadurez?
Veamos cómo responde Hegel a la cuestión. En las Vorlesungen über die Philosophie der Weltgeschichte muestra cómo la historia mundial (Weltgeschichte) es la autorrealización de Dios (una Teodi- cea) 4, de la Razón, de la Libertad (Freiheit). En realidad es un proceso hacia la Aujklärung:
"La historia universal representa [...] el desarrollo de la conciencia que el Espíritu tiene de su libertad y también la evolución de la reali- zación que ésta obtiene por medio de tal conciencia. El desarrollo im- plica una serie de fases, una serie de determinaciones de la libertad, que nacen del concepto de la cosa, o sea, aquí, de la naturaleza de la li- bertad al hacerse consciente de sí [...] Esta necesidad y la serie nece- saria de las puras determinaciones abstractas del concepto son estu- diadas en la Lógica" 5.
En la ontología hegeliana el concepto de ?desarrollo (Entwicklung)? juega un papel central. Es el que determina el movimiento mismo del ?Concepto (Begriff)? hasta culminar en la ?Idea? (desde el Ser inde- terminado hasta el Saber Absoluto de la Lógica). El ?desarrollo (En- twicklung)? es dialécticamente lineal; es una categoría primeramente ontológica (hoy sociológica, pero deseamos retomar a su origen fi- losófico propiamente dicho)6, más en el caso de la Historia Mun- dial. Dicho "desarrollo", además, tiene una dirección en el espacio:
"La historia universal va del Oriente al Occidente. Europa es absoluta- mente el Fin de la Historia Universal. Asia es el comienzo" 7.
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2 Nos interesa el hecho de la "salida (Ausgang)", el "éxodo", como proceso de emancipación. 3 A 481. 4 Fin de toda la obra: "La Historia del mundo... es el proceso del desarrollo (Entwicklung) del Espíritu -es una verdadera Teodicea, la justificación de Dios en la Historia". 5 Hegel, Die Vernunft in der Geschichte, Zweiter Entwurft (1830), C, c; en Sämtliche Werke, ed. J. Hoffmeister, F. Meiner, Hamburg, 1955, p.167; edi- ción española en Revista de Occidente, Buenos Aires, 1946, t. I, p. 134. Véase Martin Bernal, Black Athena. The Afroasiatic Roots of Classical Civi- lization, Rutgers University Press, New Brunswick, 1987-1991, en especial Filosofía de la historia universal de Hegel, vol. II.
Pero ese movimiento Este-Oeste, como puede observarse, ha debido antes eliminar de la Historia Mundial a América Latina y el Africa (y además situará al Asia en un estado de "inmadurez" o de "niñez ( Kind- heit) 8" esencial). En efecto:
"El mundo se divide en el Viejo Mundo y en el Nuevo Mundo. Elnombre del Nuevo Mundo proviene del hecho de que América [...] no ha sido conocida hasta hace poco para los europeos. Pero no se crea que esta distinción es puramente externa. Aquí la división es esencial. Este mundo es nuevo no sólo relativamente sino absolutamente; lo es con respecto a todos sus caracteres propios, físicos y políticos [...] El mar de las islas, que se extiende entre América del Sur y Asia, revela cierta inmaturidad por lo que toca también a su origen [...] No menos presenta la Nueva Holanda caracteres de juventud geográfica, pues sipartiendo de las posesiones inglesas nos adentramos en el territorio, descubrimos enormes ríos que todavía no han llegado a fabricarse un lecho [...] De América y de su grado de civilización, especialmente en México y Perú, tenemos información de su desarrollo, pero como una cultura enteramente particular, que expira en el momento en que el
6 De Hegel el concepto "desarrollo" pasó a Marx, y de éste a la economía y so- ciología del "desarrollo". Por ello deseamos hoy retornar al contenido "fi- losófico" de esta palabra que, como decimos, fue el más antiguo. Un país "sub-desarrollado", ontológicamente, es "no-moderno", pre-Aufklärung, para Hegel.
7Ibíd., Anhang, 2; p. 243; ed. española I, p. 207. Por nuestra parte demostrare- mos más adelante, que este "desarrollo" de la historia del Este hacia el Occi- dente es puramente "ideológico"; es un momento constitutivo del "euro- centrismo", y que, sin embargo, se ha impuesto en todos los programas de historia (de los High School o universidades), no sólo en Europa o Estados Unidos, sino igualmente en América Latina, Africa y Asia (también a través de las revoluciones socialistas, que son desgraciada y frecuentemente "euro- céntricas", a través del eurocentrismo del mismo Marx, al menos hasta el 1868 -véase mi obra El último Marx (1863-1882), Siglo XXI, México, 1990, cap.7-, año en el que se abre a la problemática de la Rusia "periférica" gra- cias a Danielson y a los populistas rusos).
8 "Das Kind hat Keine Vernünftigkeit, aber die reale Möglichkeit zu sein [...]Der Mensch war stets eine Intelligeng [...] gleichsam im Zentrum von allem[...]" (lbid., Zweiter Entwurf, C, b; p.161.). "Die erste Gestalt des Geistes ist daher die orientalische. Dieser Welt liegt das unmittelbare Bewusstsein [...]" (lbid., Anhang, 2; p. 244). La "innmediatez (Unmittelbarkeit)" de la concien- cia del "niño", como "posibilidad": no puede ser "centro" sino "periferia".
Espíritu se le aproxima (sowie der Geist sich ihr näherte) [...] La infe- rioridad de estos individuos en todo respecto, es enteramente evi- dente" 9. La "inmadurez (Unreife)" es total, física (hasta los vegetales y los animales son más primitivos, brutales, monstruosos; o simplemente más débiles, degenerados) 10 es el signo de América (Latina). Por ello: "En lo que se refiere a sus elementos, América no ha terminado aún su formación [...] [Latino-] América es, por consiguiente, la tierra del fu- turo. En tiempos futuros se mostrará su importancia histórica [...] Mas como país del futuro América no nos interesa, pues el filósofo no hace profecías" 11. América Latina, por lo tanto, queda fuera de la historia mundial. Lo mismo acontecerá con el Africa. En efecto, aunque haya una especie de Trinidad (Europa, Asia y Africa), sin embargo, Africa quedará igualmente descartada: "Las tres partes del mundo 12 mantienen pues, entre sí una relación esencial y constituyen una totalidad (Totalität) [...] El mar Medi- terráneo es el elemento de unión de estas tres partes del mundo, y ello lo convierte en el centro (Mittelpunkt) de toda la historia universal [...]El Mediterráneo es el eje de la historia universal" 13. Tenemos así el concepto de "centro" de la historia mundial. Pero veremos que de las "tres partes" que constituyen la Totalidad (aquí ya América Latina quedó descartada) 14, dos de dichas partes quedarán igualmente descalificadas. Acerca del Africa Hegel escribió unas pá- ginas que merecen leerse, aunque debe tenerse mucho sentido del hu- mor, ya que es la culminación fantástica de una ideología racista, llena de superficialidad, con un sentido infinito de superioridad, que nos muestra bien el estado de ánimo de Europa al comienzo del siglo XIX:
Tomado de:
http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/otros/20111218114130/1942.pdf